Existen programas especiales destinados a desarrollar medidas que garanticen la seguridad del paciente que se someterá a una operación. Una experta revela algunos aspectos clave a tener en cuenta en las distintas etapas del proceso
Antes de operarse
En el prequirúrgico, los pacientes reciben una serie de indicaciones que salen del programa de control de infecciones. Entre las principales recomendaciones se encuentra, bañarse previamente, no rasurarse con hojas de afeitar porque lastiman su piel y, por supuesto, alimentarse correctamente, entre otros tipos de medidas.
Durante esta etapa, es muy importante que el baño previo incluya una sustancia como un jabón antiséptico y utilizar una crema especial que se aplica en la nariz que es la mupirocina para evitar las infecciones estafilocóccicas.
Durante la operación
Cuando el paciente internado va a cirugía, llega al quirófano habiendo tomado antibióticos. En la etapa intraquirúrgica, «la profilaxis antibiótica es una de las medidas de eficacia comprobada y primeras a tomar para prevenir la infección del sitio quirúrgico. Todo esto tiene que ver con el médico y la institución que debe estar controlada tal como la esterilización y el quirófano propiamente dichos»
Al volver del quirófano
Luego de la cirugía, de acuerdo a la experta, hay algunas normas que a veces son difíciles de comprender y adoptar por parte del paciente. Una de ellas es el hecho de no poder bañarse luego de una intervención quirúrgica hasta que hayan pasado de 24 a 48 horas después que la herida se cerró. «Además es importante porque el paciente sale con suero del quirófano y, en muchos casos con una sonda vesical. Este suero conecta de manera directa el exterior con el torrente sanguíneo. Si tomara una ducha, que es lo que le gusta hacer a la gente porque se siente bien, tiene calor y demás, los microorganismos ingresan por este tipo de accesos que están abiertos. Se rompió una barrera natural que es la piel», explicó la experta.
Esto no impide la posibilidad de higienizarse al paciente siempre y cuando, durante esta etapa, evite mojarse las heridas. En este sentido, la licenciada agregó que «es importante que el paciente lo sepa, que se lo expliquen y que lo entienda».
Otra medida importante es el lavado de manos. En el paciente es necesario que adopte esta práctica antes de comer, tomar agua o si empieza a tomar algún calmante. Incluso se les brinda un alcohol para manos para que ellos mismos puedan higienizarse las manos y eviten colonizarse con microorganismos las heridas al tocarse. Además, esta medida debe ser adoptada por todo aquel que ingresa a la habitación donde se está recuperando la persona que acaba de salir del quirófano.
«Incluso el cirujano, que fue maravilloso en la cirugía, cuando ingresa a ver al paciente tiene que lavarse las manos. En la actualidad, esto se ve muy mejorado en las instituciones, no como en aquellos primeros años en los que se usaba agua con jabón y toallitas. Hoy tenemos alcohol para manos que hace la antisepsia de la piel y es lo que la Organización Mundial de la Salud recomienda, incluso dentro del quirófano».
«Toda persona que ingresa tiene que ver que se lave las manos, cuando lo va a tocar. Esta recomendación incluye a los familiares del paciente y al mismo paciente», agregó.
Al volver a casa
Muchas veces, se suele recomendar mantener las medidas de cuidado y prevención de las infecciones al paciente momento de abandonar el centro donde estuvo internado. No obstante, de acuerdo a la experta, los momentos más críticos para la adquisición de infecciones en el sitio quirúrgico son durante la etapa intraquirúrgica y durante las primeras 24 horas del posquirúrgico. «Si el paciente se fue con la herida cerrada no se va a infectar más. Si se fue con un drenaje, porque depende del tipo de cirugía también, hay que extremar los cuidados y si hay animales en el hogar es necesario evitar que entren en contacto o se suban arriba de las heridas», destacó la experta.
Fuente: www.infobae.com
